De igual manera, los esposos deben amar a sus esposas como a sus propios cuerpos. El que ama a su esposa, a sí mismo se ama. Porque nadie aborreció jamás a su propio cuerpo; más bien, lo sustenta y lo cuida, tal como Cristo a la iglesia, porque somos miembros de su cuerpo.
Encontramos en este pasaje
dos palabras que manifiestan la expresión práctica del amor con que el esposo
debe someterse a su esposa - la primera delas palabras es sustenta. Se trata de un viejo verbo compuesto quelleva la idea de alimentar hasta la madurez y adelante. En el N.T. sólo aquí y en 6:4.El apóstol está transmitiendo que el amor del marido hacía la mujer debe ser sustentados. Que se preocupa por sus necesidades y la provee. Es el mismo concepto que aparece en la relación del padre a los hijos (6.4). Y conlleva la idea de que el cabeza de familia
tiene que expresar su amor en una atención constante. La segunda palabra,
cuida ,refuerza la idea anterior. Se trata de una palabra tardía y rara; aparece una vez en un contrato matrimonial en un papiro. En el N.T. sólo aquí y en:
Más bien demostramos ser benignos entre vosotros, como una madre que cría con ternura a sus propios hijos. 1 Tesalonicenses 2.7
Primariamente, significa calentar, luego cuidar con tierna solicitud, como aquí. Como también Cristo se comporta con nosotros.
Unido el significado de estas dos palabras podríamos parafrasear el versículo así:
más bien, se preocupa por sus necesidades con una gran ternura
, tal como Cristo a la iglesia, porque somos miembros de su cuerpo.
Sin duda alguna no podemos sacar de este versículo que Pablo propone una idea paternalista, y mucho menos machista, en lo concerniente a la relación del esposo con la esposa, como no podemos entender que la relación de la esposa con el esposo sea se sumisión servil. Los elementos claves son el amor y el modelo de Cristo que expresan los parámetros de estas relaciones
1. De David. Hazme justicia, Yahveh, pues yo camino en mi entereza, me apoyo en Yahveh y no vacilo.
2. Escrútame, Yahveh, ponme a prueba, pasa al crisol mi conciencia y mi corazón;
3. está tu amor delante de mis ojos, y en tu verdad camino.
4. No voy a sentarme con los falsos, no ando con hipócritas;
5. odio la asamblea de malhechores, y al lado de los impíos no me siento.
6. Mis manos lavo en la inocencia y ando en torno a tu altar, Yahveh,
7. haciendo resonar la acción de gracias, todas tus maravillas pregonando;
8. amo, Yahveh, la belleza de tu Casa, el lugar de asiento de tu gloria.
9. No juntes mi alma con los pecadores, ni mi vida con los hombres sanguinarios,
10. que tienen en sus manos la infamia, y su diestra repleta de soborno.
11. Yo, en cambio, camino en mi entereza; rescátame, ten piedad de mí;
12. mi pie está firme en suelo llano; a ti, Yahveh, bendeciré en las asambleas.




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