jueves, 23 de julio de 2015

CARTA DEL APÓSTOL SAN PABLO A LOS EFESIOS 4, 1-6




Yo, el prisionero por el Señor, os ruego que andéis como pide la vocación a la que habéis sido convocados. Sed siempre humildes y amables, sed comprensivos; sobrellevaos mutuamente con amor, esforzaos en mantener la unidad del Espíritu, con el vínculo de la paz. Un solo cuerpo y un solo Espíritu, como una sola es la meta de la esperanza en la vocación a la que habéis sido convocados. Un Señor, una fe, un bautismo. Un Dios, Padre de todo, que lo trasciende todo, y lo penetra todo, y lo invade todo.





 Nos da San Pablo, en el fragmento que se lee hoy de la Carta a los Efesios, un breve y profundo plan para nuestra vida de cristianos. Y así ejercitar nuestra vocación en la humildad, en la unidad, en el amor







.- Sed siempre humildes y amables, sed comprensivos, sobrellevaos mutuamente con amor; esforzaos en mantener la unidad del Espíritu con el vínculo de la paz. No es nada fácil convivir en paz y harmonía los unos con los otros. Fácilmente nos herimos sentimentalmente, o no nos comprendemos y nos juzgamos negativamente. Por eso, estas frases que san Pablo dice a los primeros cristianos de Éfeso son de una gran actualidad y necesitamos reflexionar sobre ellas un día sí y otro también. Las primeras comunidades cristianas se distinguieron precisamente por eso, por mantener la unidad del Espíritu con el vínculo de la paz. Y no pensemos que esto lo consiguieron sin esfuerzo y oración. Sabemos que esto no fue así y que todos los días se reunían para rezar juntos, que se animaban mutuamente y que compartían lo que cada uno tenía. Hubo algunas dolorosas excepciones, como sabemos por los Hechos, pero la gente que les veía les admiraba por lo mucho que se amaban y porque repartían y compartían todo, de tal modo que entre ellos nadie pasaba necesidad.





Una gran multitud que estaba hambrienta de palabra hoy está hambrienta de pan. Nuestra es la labor de atender a estas personas pero necesitamos de la ayuda del Padre. A Él elevamos nuestros ojos diciendo

Te pedimos, Padre, por la Iglesia, para que nunca cese en su labor misionera, ayudada por la Palabra y la Eucaristía., por la Paz en el mundo basada en el Amor que nos das a todos y cada uno de los hombres creados por a tu imagen y semejanza,por todos los que andan hambrientos de tu Palabra, para que encuentren hermanos dispuestos a satisfacer su necesidad con la ayuda de Jesucristo,por los que pasan hambre, sufren persecución o enfermedad, para que el Amor que tú nos traes comience a dar sus frutos en estos hermanos más necesitados,por las familias para que nunca les falte el pan material ni el Pan de tu Palabra, para que crezcan y sean luz para el mundo que tanto anhela el Amor que nos traes por medio de Jesús.







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