“El SEÑOR es mi luz y mi salvación. ¿A quién podría yo temerle? El SEÑOR es la fortaleza de mi vida,así que no le temo a nadie." (Salmos 27:1 PDT)
El miedo al rechazo se basa en dos cosas. Primero, todos necesitamos ser amados. Es un hecho. Todos necesitamos desesperadamente dosis masivas de amor en nuestra vida, para ser individuos saludables. Dios dice: “Quiero amarte”. Dios es amor, y Él sabe que necesitas ser amado.Pero, segundo, desarrollamos la falsa idea que nuestra necesidad de ser amados depende solamente de una
persona o de un grupo de personas. Cuando tienes la expectativa de que alguien puede llenar el 100% de tu necesidad de amor, estás en problemas.
Te estás preparando a ti mismo para ser herido y estás abriendo
puerta para el miedo al rechazo. Cuando buscas que cualquier otra persona aparte de Dios llene toda tu necesidad de amor, no puede. No hay un solo ser humano vivo que pueda amarte tan completamente como necesitas ser amado, y nunca lo habrá. Solo Dios puede hacerlo. Por eso, el primer paso para superar el miedo al rechazo es poner a Dios en primer lugar, porque Él es el único que puede satisfacer todas tus necesidades. ¿Te ama Dios a veces a través de otras personas? Por supuesto. ¿Quiere Dios que amemos a otros? Sí.
¿Quiere usarnos Dios como canales de amor? Absolutamente.
Pero, nunca vas a tener todas tus necesidades satisfechas por ninguna persona o grupo de personas. Dios nunca tuvo la intención de que sea de esa manera. Ellos simplemente no tienen suficiente amor. El amor humano es limitado. El amor de Dios es ilimitado e incondicional. No importa cuán profunda sea tu necesidad,
Dios puede satisfacerla. El primer paso para superar el temor al rechazo es darte cuenta que el Señor, y nadie más, es tu luz y tu salvación. "El SEÑOR es mi luz y mi salvación. ¿A quién podría yo temerle? El SEÑOR es la fortaleza de mi
vida, así que no le temo a nadie." (Salmos 27:1 PDT). Esto significa que busco al Señor para que ilumine mi dia, por lo tanto no dependo de otras personas para hacer o deshacer mi día. Espero del Señor que salve mi vida, así que no dependo de que otros me acepten o me rechacen. Y esto significa que ya no necesito tener miedo. La clave para la asertividad no es que me psicoanalice, no es ser agresivo y vivir una vida egoísta, sino entender cuan profundamente te ama Dios. Cuando comprendas esto plenamente, podrás decir: “Dios me ama, y si a ti no te gusto, es tu problema”.El secreto para simplificar la vida es decir: “Voy a hacer lo que le agrada a Dios. Si hago eso, de seguro mi vida se simplificará. No importa lo que otros piensen.
LA ACEPTACION DE DIOS ES TODO LO QUE NECESITAS
2. Cuando clamo, respóndeme, oh Dios mi justiciero, en la angustia tú me abres salida; tenme piedad, escucha mi oración.
3. Vosotros, hombres, ¿hasta cuándo seréis torpes de corazón, amando vanidad, rebuscando mentira?
4. ¡Sabed que Yahveh mima a su amigo, Yahveh escucha cuando yo le invoco.
5. Temblad, y no pequéis; hablad con vuestro corazón en el lecho ¡y silencio!
6. Ofreced sacrificios de justicia y confiad en Yahveh.
7. Muchos dicen: «¿Quién nos hará ver la dicha?» ¡Alza sobre nosotros la luz de tu rostro! Yahveh,
8. tú has dado a mi corazón más alegría que cuando abundan ellos de trigo y vino nuevo.
9. En paz, todo a una, yo me acuesto y me duermo, pues tú solo, Yahveh, me asientas en seguro.
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