En este fragmento de Juan dan testimonio de Jesús: Juan el Bautista: un hombre (v. 33-35), las obras del Padre: los milagros (v.36) y el Padre: Dios mismo (v. 37-38). Todo profeta debía poder justificar la autenticidad de su misión por Dios y queda bien atestiguada en estos versículos. El Evangelio de Juan nos invita a escuchar la voz de Dios. Jesús conoce muy bien la voz y la faz de Dios, y quiere que experimentemos el gozo de esa intimidad de Dios ¡la ausencia de Dios es terrible para el hombre!
Al estudiar las escrituras descubrimos que Dios mantiene siempre su Alianza, metiendo su ley en nuestro pecho y escribiéndola en nuestros corazones, siendo nuestro Dios, fiel y misericordioso, y nosotros, su pueblo “de dura cerviz”.
Actualmente en nuestra sociedad, se repite la incredulidad y la falta de fe de los israelitas, tanto del pueblo en tiempos de Moisés como en tiempos de Jesús. Hemos de ir a Jesús para tener vida. Jesús es el centro y el fin de las Escrituras; desea ser el centro de nuestras vidas. Pidamos en nuestra oración que el Señor no deje de decirnos la verdad, de corregirnos y guiarnos para que vayamos a Él, para que jamás le dejemos, y para que tengamos vida eterna a su lado.
Testigos a favor de Cristo
a liberación comienza a alborear!
No recordéis lo de antaño, no penséis en lo antiguo; mirad que realizo algo nuevo; ya está brotando, ¿no lo notáis? La liberación del exilio está ya a la puerta. El autor interpreta la puesta en marcha hacia la libertad a la luz del éxodo. La vuelta del exilio será vivida, entendida y transmitida como una nueva experiencia de éxodo. Recordar el pasado, pero sin añorarlo, porque Dios tiene poder para volver a hacer las mismas maravillas que antaño. La fe que se apoya sólo en Dios es necesario ponerla en juego en este momento en que quiere realizar algo nuevo, insiste una y otra vez el profeta-poeta. La esperanza es posible porque Dios sigue dirigiendo la historia. Es significativo verificar este dato: cuando Dios se revela a Moisés para enviarlo a la misión de liberar a su pueblo, hay una referencia a los patriarcas con el fin de alentar su esperanza. Ahora el mebaser* que anuncia la liberación hace una referencia al pasado, al éxodo: aquel mismo Dios que estuvo presente con poder en la salida de Egipto está dispuesto a actuar ahora de nuevo. La referencia a la experiencia del pasado consolida la fe y la confianza para el presente y para el futuro. El pasado no ha de ser contemplado con añoranza; el pasado es garantía para el presente y para el futuro. Este futuro siempre será algo nuevo.
El Señor es clemente y misericordioso,
lento a la cólera y rico en piedad;
el Señor es bueno con todos,
es cariñoso con todas sus criaturas
lento a la cólera y rico en piedad;
el Señor es bueno con todos,
es cariñoso con todas sus criaturas





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