En aquellos días, Saray maltrató a Hagar, y ella se escapó.
El ángel del Señor la encontró junto a la fuente del desierto, la fuente del camino de Sur, y le dijo: «Hagar, esclava de Saray, ¿de dónde vienes y adónde vas?»
Ella respondió: «Vengo huyendo de mi señora.»
El ángel del Señor le dijo: «Vuelve a tu señora y sométete a ella.»
Y el ángel del Señor añadió: «Haré tan numerosa tu descendencia que no se podrá contar.»
Y el ángel del Señor concluyó: «Mira, estás encinta y darás a luz un hijo y lo llamarás Ismael, porque el Señor te ha escuchado en la aflicción. Será un potro salvaje: él contra todos y todos contra él; vivirá separado de sus hermanos.»
Hagar dio un hijo a Abrán, y Abrán llamó Ismael al hijo que le había dado Hagar. Abrán tenía ochenta y seis años cuando Hagar dio a luz a Ismael.
Señor Dios nuestro,
estamos divididos en grupos y facciones,
porque tomamos nuestras opciones
como algo absoluto;
o nos consideramos a nosotros mismos
como los únicos propietarios de la verdad.
Danos el sentido cordial y la humildad
de aceptar y apreciar siempre a los otros
como hermanos y hermanas.
Que atinemos a respetar sus ideas o su fe,
sin avergonzarnos de nuestra propia fe
fundamentada en el único Señor de todos,
Jesucristo, nuestro Señor y Salvador.
estamos divididos en grupos y facciones,
porque tomamos nuestras opciones
como algo absoluto;
o nos consideramos a nosotros mismos
como los únicos propietarios de la verdad.
Danos el sentido cordial y la humildad
de aceptar y apreciar siempre a los otros
como hermanos y hermanas.
Que atinemos a respetar sus ideas o su fe,
sin avergonzarnos de nuestra propia fe
fundamentada en el único Señor de todos,
Jesucristo, nuestro Señor y Salvador.
Te rogamos que nos unas en tu Hijo
y nos hagas pacificadores,
Por sentirnos uno
en el mensaje y en la fe de tu Hijo,
haznos signos e instrumentos de paz para todos.
y nos hagas pacificadores,
Por sentirnos uno
en el mensaje y en la fe de tu Hijo,
haznos signos e instrumentos de paz para todos.
Señor y Dios nuestro,
te has dado a conocer a nosotros
por medio de tu Hijo Jesucristo
y quieres que vivamos su mensaje
con todas sus consecuencias.
Danos la fortaleza
para que nuestra fe sea
como el corazón de todo lo que hacemos.
Y que esta fe se exprese
en obras de lealtad, paz y servicio.
Te los pedimos por Cristo nuestro Señor.
te has dado a conocer a nosotros
por medio de tu Hijo Jesucristo
y quieres que vivamos su mensaje
con todas sus consecuencias.
Danos la fortaleza
para que nuestra fe sea
como el corazón de todo lo que hacemos.
Y que esta fe se exprese
en obras de lealtad, paz y servicio.
Te los pedimos por Cristo nuestro Señor.
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