jueves, 7 de mayo de 2015

Evangelio según san Juan (15,9-11):





En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Como el Padre me ha amado, así os he amado yo; permaneced en mi amor. Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud.»






  Que el Espíritu del Señor nos disponga a ver lo bueno que hay en los otros, incluso en los que difieren mucho de nosotros





 ¡Qué magnífico y bello sería un mundo  -incluso una Iglesia-  sin prejuicios ni discriminación, donde las personas sinceramente se aceptaran, se apreciaran y se amaran unas a otras!  Que nosotros al menos nos contemos entre los que se esfuerzan denodadamente por lograrlo. 



 Permanecemos en tu amor si guardamos tus mandamientos. Danos la fuerza necesaria
para cumplir tu mandato de amorsin discriminación alguna.









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