Escúchame cuando te invoco, Dios, defensor mío,
tu que en el aprieto me diste anchura,
ten piedad de mi y escucha mi oración.
Hay muchos que dicen:
"¿Quién nos hará ver la dicha,
si la luz de tu rostro ha huido de nosotros?"
En paz me acuesto y en seguida me duermo,
porque tú sólo Señor, me haces vivir tranquilo.
sea nuestra alegría y nuestro gozo.
El Salmo 4 era utilizado por los judíos como oración de la tarde. E, incluso, por algunos como la plegaria para pronunciar antes de dormir. Es un salmo de agradecimiento y de confianza en Dios, siempre presente en nuestras necesidades. Para nosotros, hoy, es un canto de alegría para estos tiempos gozosos de la Pascua de Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo
HAZ BRILLAR SOBRE NOSOTROS EL RESPLANDOR DE TU ROSTRO
Tener experiencia de Jesucristo resucitado.





No hay comentarios:
Publicar un comentario