miércoles, 1 de junio de 2016

Timoteo 2,8-15





Querido hermano: Haz memoria de Jesucristo el Señor, resucitado de entre los muertos, nacido del linaje de David. Este ha sido mi Evangelio, por el que sufro hasta llevar cadenas, como un malhechor. Pero la Palabra de Dios no está encadenada. Por eso lo aguanto todo por los elegidos, para que ellos también alcancen la salvación, lograda por Cristo Jesús, con la gloria eterna. Es doctrina segura: "Si morimos con él, viviremos con él. Si perseveramos, reinaremos con él. Si lo negamos, también él nos negará. Si somos infieles, él permanece fiel, porque no puede negarse a sí mismo." Sígueles recordando todo esto, avisándoles seriamente en nombre de Dios que no disputen sobre palabras: no sirve para nada y es catastrófico para los oyentes. Esfuérzate por presentarte ante Dios y merecer su aprobación como un obrero irreprensible que predica la verdad sin desviaciones. 








Pablo, Apóstol de Jesucristo, utiliza el modo imperativo del tiempo presente para dar a Timoteo un consejo muy importante: “Acuérdate de Jesucristo el Señor, resucitado de entre los muertos, nacido del linaje de David”, indicándole con ello que, de esta manera, le imitará porque Jesucristo es el ejemplo de vida por excelencia.
Jesucristo, Hijo de David, vino al mundo, sufrió, murió y resucitó de entre los muertos. Este gran hecho histórico es el corazón del evangelio que Pablo predicaba.
Si nosotros seguimos el consejo de Pablo y tenemos en la mente y en el corazón el recuerdo de Jesucristo, también saldremos victoriosos de los enemigos de Dios.
Destacamos que el nombre de “Jesús” hace referencia a su humanidad: “linaje de David”, y, el nombre “Cristo”, refiere su divinidad: “resucitado de los muertos”.
Para ser el Mesías, Jesús de Nazaret nació “del linaje de David”.
La resurrección de Jesús es “la señal de las señales de su divinidad”: Como hombre, Cristo murió; como Dios, Cristo resucitó.










Este es el corazón del evangelio que Pablo es ¡Cristo resucitado!
Aunque Pablo estaba encarcelado y encadenado, su predicación lo estaba, porque la verdad no puede ser encadenada por cadenas de hierro. Callar al predicador no calla su mensaje, porque el hombre puede callar al hombre, pero el hombre no puede olvidar que nunca podrá acallar a Dios.
El amor motivaba a Pablo a sufrir trabajos como evangelista enviado a los elegidos, es decir, a los que están dispuestos a obedecer el evangelio escuchándolo con el corazón y la mente abiertos a la Verdad de Dios.
Lo que Pablo quiere transmitir a Timoteo es que para “vivir” hay que “morir”.
La resurrección espiritual y la vida espiritual son prenda de la resurrección de los muertos en el día final, y, de la vida eterna en el cielo.
Reflexionar “considerar”, y acordarse de Jesucristo, es lo que debemos hacer también los cristianos de hoy para tener valor en lugar de cobardía en la lucha por mantenernos y crecer en el amor a Cristo Jesús.





Señor, enséñame tus caminos.

Señor, enséñame tus caminos,
instrúyeme en tus sendas,
haz que camine con lealtad;
enséñame porque tú eres mi Dios y Salvador.
El Señor es bueno y recto
y enseña el camino a los pecadores;
hace caminar a los humildes con rectitud,
enseña su camino a los humildes.
Las sendas del Señor son misericordia y lealtad
para los que guardan su alianza y sus mandatos.
El Señor se confía con los fieles
y les da a conocer su alianza. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario