miércoles, 25 de noviembre de 2015

Daniel 5,1-6.13-14.16-17.23-28

  


En aquellos días, el rey Baltasar ofreció un banquete a mil nobles del reino, y se puso a beber delante de todos. Después de probar el vino, mandó traer los vasos de oro y plata que su padre, Nabucodonosor, había cogido en el templo de Jerusalén, para que bebieran en ellos el rey y los nobles, sus mujeres y concubinas. Cuando trajeron los vasos de oro que habían cogido en el templo de Jerusalén, brindaron con ellos el rey y sus nobles, sus mujeres y concubinas. Apurando el vino, alababan a los dioses de oro y plata, de bronce y hierro, de piedra y madera. De repente, aparecieron unos dedos de mano humana escribiendo sobre el revoco del muro del palacio, frente al candelabro, y el rey veía cómo escribían los dedos. Entonces su rostro palideció, la mente se le turbó, le faltaron las fuerzas, las rodillas le entrechocaban.
Trajeron a Daniel ante el rey, y éste le preguntó: «¿Eres tú Daniel, uno de los judíos desterrados que trajo de Judea el rey, mi padre? Me han dicho que posees espíritu de profecía, inteligencia, prudencia y un saber extraordinario. Me han dicho que tú puedes interpretar sueños y resolver problemas; pues bien, si logras leer lo escrito y explicarme su sentido, te vestirás de púrpura, llevarás un collar de oro y ocuparás el tercer puesto en mi reino.»
Entonces Daniel habló así al rey: «Quédate con tus dones y da a otro tus regalos. Yo leeré al rey lo escrito y le explicaré su sentido. Te has rebelado contra el Señor del cielo, has hecho traer los vasos de su templo, para brindar con ellos en compañía de tus nobles, tus mujeres y concubinas. Habéis alabado a dioses de oro y plata, de bronce y hierro, de piedra y madera, que ni ven, ni oyen, ni entienden; mientras que al Dios dueño de vuestra vida y vuestras empresas no lo has honrado. Por eso Dios ha enviado esa mano para escribir ese texto. Lo que está escrito es: "Contado, Pesado, Dividido." La interpretación es ésta: "Contado": Dios ha contado los días de tu reinado y les ha señalado el límite; "Pesado": te ha pesado en la balanza y te falta peso; "Dividido": tu reino se ha dividido y se lo entregan a medos y persas.»





Con este relato de Daniel vemos cómo el poder mundano es totalmente temporal. Nos aferramos al dinero, al poder, a decidir sobre los demás, nos creemos poseedores de la verdad absoluta, pero todo eso, desaparece en un abrir y cerrar de ojos.
Nos afanamos en acumular de todo con el fin de creernos poseedores del mundo y no nos importa pisotear a los que tenemos alrededor con tal de conseguir nuestro empeño, sin tener en cuenta el daño que podemos causar. Y todo eso, ¿para qué? Con los avatares de la economía, en este mundo cambiante, se nos puede ir todo «al garete» en unas jornadas de crisis bursátil, sino estamos expuestos a sufrir cualquier percance grave de salud; y nada de lo que hemos acumulado nos lo vamos a llevar.
Dios nos enseña a ser caritativos, a compartir, a respetar a nuestro prójimo, a intentar a ayudar a los que más lo necesitan, si además nos vemos favorecidos por una posición desahogada.
«Respeto a Dios y a los demás» debe ser nuestra divisa en nuestro paso por este mundo. Pensar que nuestra vida es finita y que debemos bendecir al Señor, como lo hicieron los tres jóvenes que fueron arrojados al horno, y desde su interior, a una sola voz, decían: «criaturas todas del Señor, bendecid al Señor, aclamadlo con himnos por los siglos.»


 Si quieres estar seguro, entra en la divina soledad por la puerta que es Jesucristo y su Pasión santísima.( San Pablo de la Cruz )



Daniel 3,62.63.64.65.66.67 

 Ensalzadlo con himnos por los siglos

Sol y luna,
bendecid al Señor.

Astros del cielo,
bendecid al Señor.

Lluvia y rocío,
bendecid al Señor.

Vientos todos,
bendecid al Señor.

Fuego y calor,
bendecid al Señor.

Fríos y heladas,
bendecid al Señor. 


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