" El que tenga oídos para oír que oiga."
Muchas veces no nos basta con oír, debemos escuchar y meditar lo que escuchamos. Reflexionar sobre la palabra de Dios, para ponerla en practica según su voluntad.
Dios nos habla claro en el corazón, pero las más de las veces nos desentendemos de lo que el nos dice pues no conviene a nuestra voluntad.
Por tanto reflexionemos, meditemos, y estudiemos el mensaje de Jesucristo para poder oírlo, meditarlo y ponerlo en practica
Señor , que tu Santo Espíritu, venga sobre mí para poder escuchar tu voluntad, entenderla y que me de las fuerzas suficientes para ponerla en practica




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