“Por medio de Cristo, Dios nos había elegido desde un principio para que
fuéramos suyos y recibiéramos todo lo que él había prometido. Así lo había
decidido Dios, quien siempre lleva a cabo sus planes."
Una de las mayores responsabilidades de un padre, es ayudar a formar el carácter de sus hijos. Lo que decimos y hacemos, cómo vivimos nuestras vidas, ser personas modelo para nuestros hijos. Pero sentarnos con nuestros hijos y tener conversaciones con ellos acerca de su carácter es aún más importante. Nuestros niños necesitan saber que una persona es más importante por lo que es, que por lo que hace. Pasamos muchos años preparando a nuestros niños para sus futuras carreras, cuando deberíamos estar preparando su carácter. ¿Por qué? Debido a que no tendrán su carrera en los cielos, sino que tendrán su carácter.
El libro de Filipenses nos dice: “Haya, pues, en ustedes esta actitud (esta manera de pensar) que hubo
también en Cristo Jesús” (Filipenses 2:5 ). Cuando hacemos esto estamos preparando nuestro
carácter para la eternidad en el cielo. Así que tenemos que enseñar a nuestros hijos que esta vida es preparación para la próxima. Es la "fase de preparación". Nuestro tiempo aquí en la tierra con sus momentos buenos y momentos difíciles es donde nos enteramos de todas las lecciones que nos hacen crecer en carácter para ser más como Cristo. Es el tiempo que nos madura espiritualmente, así que cuando lleguemos al cielo, no seremos niños espirituales. Tenemos que hablar con nuestros hijos y hacerles saber que la vida no siempre es fácil, que deben esperar para ser probados. Que se pondrán a prueba todos los años de la escuela. Que se pondrán a prueba cuando salen de la escuela. Se pondrán a prueba en su carrera, su matrimonio, y en la crianza de sus propios hijos. Cada situación que encontramos en la vida, buena o mala, será una oportunidad de formación del carácter. "a quienes el poder de Dios protege mediante la fe hasta que llegue la salvación que se ha de revelar en los últimos tiempos. Esto es para ustedes motivo de gran alegría, a pesar de que hasta ahora han tenido que sufrir diversas pruebas por un tiempo." (1 Pedro 1:5-6 ).
"Nuestros niños necesitan
saber que una persona es
más importante por lo que
es, que por lo que hace. ¿Por
qué? Debido a que no tendrá
su carrera en el cielo, sino
que tendrá su carácter."
Carácter: Es quien eres, no lo que haces
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