“Por tanto, también nosotros, que estamos rodeados de una multitud tan
grande de testigos, despojémonos del lastre que nos estorba, en especial
del pecado que nos asedia, y corramos con perseverancia la carrera que
tenemos por delante. Fijemos la mirada en Jesús, el iniciador y
perfeccionador de nuestra fe, quien por el gozo que le esperaba, soportó
la cruz, menospreciando la vergüenza que ella significaba, y ahora está
sentado a la derecha del trono de Dios.”
Correr con perseverancia la carrera significa que
mantendremos la concentración en nuestras prioridades. No
dejemos que otras cosas, nos impidan la prioridad de
profundizar nuestra relación con Jesús. No dejemos que otras
cosas nos enreden, amarrándonos de modo que ya no
pongamos la prioridad en nuestras familias o nuestra salud.
Considera esto - Un día los discípulos vieron a Jesús
caminando sobre el agua y Pedro le gritó que quería caminar
sobre el agua también (Mateo 14:22-31). Jesús le dijo que
viniera y así Pedro, con toda su atención en Jesús, salió de la
barca y comenzó a caminar sobre el agua hacia Jesús.
Pero entonces, la Biblia nos dice, Pedro se distrajo por las olas y el viento - al igual que tú y
yo podemos distraernos por todas las cosas buenas y malas que nos encontramos todos los
días. Y, una vez los ojos de Pedro ya no se fijaron en Jesús, "el autor y consumador de
nuestra fe", comenzó a hundirse en el agua.
No podemos caminar sobre el agua mientras tratemos de concentrarnos en lo que
queremos - a veces a Jesús, a veces el viento y las olas, a veces las prioridades de Dios para
nuestras vidas, a veces actividades triviales, a veces el propósito para el que Dios nos creó, a
veces "el pecado que tan fácilmente nos enreda”.
¿Qué necesitas hacer para mantener las prioridades de tu fe, tu vida, tu matrimonio, tu
familia y tu salud a lo largo de esta década de destino?




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