martes, 31 de marzo de 2015

CARTA A LOS HEBREOS 5, 7-9

Cristo, en los días de su vida mortal, a gritos y con lágrimas presentó oraciones y suplicas al que podía salvarlo de la muerte, cuando en su angustia fue escuchado. Él, a pesar de ser Hijo, aprendió, sufriendo, a obedecer. Y, llevado a la consumación, se ha convertido para todos los que le obedecen en autor de la salvación eterna
El brevísimo fragmento de la Carta a los Hebreos que leemos hoy, refleja bien el drama de Cristo, Nuestro Señor, ante la muerte. Jesús no quería morir, como ningún ser humano en su sano juicio. Pero aceptó su sacrificio, con obediencia total al Padre, para que nosotros viviéramos.

 
  Servir a Cristo. Jesús nos propone negarnos a nosotros mismos, aborrecernos en este mundo para guardarnos para la vida eterna. Es decir, adquirir la libertad interior que nos permita servirle a Él. ¿Qué es servir a Cristo? simplemente... seguirle. San Agustín, comentando este texto nos dice que sirven a Cristo los que no buscan sus propios intereses, sino los de Jesucristo. Quien dice que permanece en Cristo debe caminar como El caminó. Para servir a Cristo hay que hacer sus mismos servicios: dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento, vestir al desnudo, hospedar al forastero, visitar al enfermo y al que está en la cárcel. Y ésta es una tarea que podemos realizar todos, no solo a los obispos o sacerdotes. Y a quien sirva a Cristo de este modo, concluye San Agustín, "el Padre le honrará con el extraordinario honor de estar con su Hijo y su felicidad será inagotable" 

  SERVIR A CRISTO ES SEGUIRLE


lunes, 30 de marzo de 2015

SALMO 50

Misericordia, Dios mío, por tu bondad;
por tu inmensa compasión borra mi culpa,
lava del todo mi delito,
limpia mi pecado. 

Oh, Dios crea en mí un corazón puro,
renuévame por dentro con espíritu firme;
no me arrojes dentro lejos de tu rostro,
no me quites tu santo espíritu. 

Devuélveme la alegría de tu salvación,
afiánzame con espíritu generoso.
Enseñaré a los malvados tus caminos,
los pecadores volverán a ti.

 

 OH, DIOS CREA EN MI UN CORAZÓN PURO





  El Salmo 50 ha sido un cántico de Penitencia durante siglos para muchas generaciones de cristianos. Tal vez, el texto latino no comprendido en demasía hizo que este salmo tuviera “mala fama”. Pero es hermosísimo y demuestra el gran amor de Dios hacía su pueblo “al que devuelve la alegría de la salvación”.




Cuando llega la hora de la verdad,
y siento que no tengo tantas fuerzas
para defender tú Reino.
Porque me cuesta renunciar a mi “YO”
y decirte que soy todo tuyo, Señor.





viernes, 27 de marzo de 2015

LIBRO DE JEREMÍAS 31, 31-34

Mirad que llegan días --oráculo del Señor-- en que haré con la casa de Israel y la casa de Judá una alianza nueva. No como la que hice con vuestros padres, cuando los tomé de la mano para sacarlos de Egipto: Ellos, aunque yo era su Señor, quebrantaron mi alianza --oráculo del Señor--. Si no que así será la alianza que haré con ellos, después de aquellos días --oráculo del Señor--: Meteré mi ley en su pecho, la escribiré en sus corazones; yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. Y no tendrá que enseñar a su prójimo, el otro a su hermano, diciendo: Reconoce al Señor. Porque todos me conocerán, desde el pequeño al grande --oráculo del Señor--, cuando perdone sus crímenes y no recuerde sus pecados.



 El libro de Jeremías –nos habla de una alianza nueva entre Dios y su pueblo. Los pecados desaparecerán y la nueva ley llegará hasta nuestros corazones por mano del Señor. Ya el profeta anuncia esa nueva alianza que Cristo nos va a traer con su enseñanza, con su Muerte y su Resurrección
 
 




Así reza una sentencia espiritual: “Más vale un alma agitada (que busca o se resiste) a un alma marchita (derrotada y muerta).
 
 
 
El Señor quiere que, dejando el YO que tanto nos invade y nos limita, mudemos a los OTROS. Es decir; que nos neguemos a nosotros mismos; que busquemos la felicidad no tanto en la propia satisfacción, cuanto en la utilización de todos nuestros dones y talentos al servicio del Evangelio y de los demás.
 
 
 
 
 
 

jueves, 26 de marzo de 2015

EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO 1, 16.18-21.24a

 A la herencia davídica de Jesús, a través de José de Nazaret, se refiere el Evangelio de San Mateo,  el Evangelio nos revela que, como a José, nunca nos faltará el apoyo de Dios en situaciones difíciles y de difícil valoración para nosotros. El Ángel del Señor explicó a José cual era el Camino
 
 
Jacob engendró a José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado Cristo. El nacimiento de Jesucristo fue de esta manera: María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo, José, su esposo, que era justo y no quería denunciarla, decidió repudiarla en secreto. Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo:
-- José, hijo de David, no tengas reparo en llevarte a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados.
Cuando José se despertó, hizo lo que le había mando el ángel del Señor.
 
.
 La confianza que Dios deposita en José. El Señor confía y valora las capacidades humanas, los deseos sinceros de amar de José, de serle fiel. Por eso, en este día deseamos aprender primero de Dios que quiso contar con sus criaturas –fiado de ellas--para llevar a cabo su plan de Redención: la empresa más grande jamás pensada. También aprendemos de José que no defraudó a Quien había depositado en él su confianza. Jesús recibió de modo especial hasta su madurez los cuidados de José. El que era su padre ante la ley le transmitió su lengua, su cultura, su oficio... Pensemos en tantos rasgos del carácter de Jesús que serían de José, como sucede de ordinario en las familias. La confianza que Dios deposita en José pone de manifiesto hasta qué punto Dios valora al hombre. Somos ciertamente muy poca cosa, apenas nos cuesta reconocerlo, al contemplar la fragilidad e imperfección humanas, sin embargo, Dios no sólo ha tomado nuestra carne naciendo de una mujer, sino que se dejó cuidar en todo en su primera infancia por unos padres humanos; y luego, algo mayor, aprendió quizá sobre todo de su padre, José, las costumbres y tradiciones propias de su región, de su país, de su culto.
 
Dichosos los que viven en tu casa, Señor, alabándose siempre
 
 
 

miércoles, 25 de marzo de 2015

CARTA DEL APÓSTOL SAN PABLO A LOS ROMANOS 4,13.16-18.22


No fue la observancia de la Ley, sino la justificación obtenida por la fe, la que obtuvo para Abrahán y su descendencia la promesa de heredar el mundo. Por eso, como todo depende de la fe, todo es gracia; así, la promesa está asegurada para toda la descendencia, no solamente para la descendencia legal, sino también para la que nace de la fe de Abrahán, que es padre de todos nosotros. Así, dice la Escritura:
-- Te hago padre de muchos pueblos.
Al encontrarse con el Dios que da vida a los muertos y llama a la existencia a lo que no existe, Abrahán creyó. Apoyado en la esperanza, creyó, contra toda esperanza, que llegaría a ser padre de muchas naciones, según lo que se había dicho:
-- Así será tu descendencia.
Por lo cual le valió la justificación.

 La Carta de Pablo a los Romanos hace referencia a Abrahán como padre de todos los creyentes, lo cual también es aplicable a Cristo que tomó el linaje humano para salvarnos. Y hemos de decir además, que Abrahán, apoyado en la esperanza creyó contra toda esperanza.





Te hago padre de muchos pueblos" (Rm 4, 17)
En esta ocasión fue Abrahán quien recibe esta promesa de una generación numerosa, la mejor bendición que se podía recibir en aquellos tiempos. El patriarca creyó en la palabra de Dios, a pesar de que Sara era estéril y luego sólo tuvo un hijo...
. Ante una persona angustiada, marginada, o simplemente necesitada, nuestra primera obligación es siempre atender y amar a esta persona; el juicio legal, y hasta moral, sobre el comportamiento de esa persona es algo muy posterior. Como hizo José, cuando comprobó que su santa esposa podía ser castigada “legalmente”, como pecadora pública. Jesús de Nazaret envió a sus apóstoles a servir y a curar, antes que a juzgar y condenar.




martes, 24 de marzo de 2015

SALMO 88



Cantaré eternamente las misericordias del Señor,
anunciaré tu fidelidad por todas las edades.
Porque dije: "Tu misericordia es un edificio eterno,
más que el cielo has afianzado tu fidelidad.

Sellé una alianza con mi elegido,
jurando a David, mi siervo:
"Te fundaré un linaje perpetuo,
edificaré tu trono para todas las edades." 

Él me invocará: "Tú eres mi padre,
mi Dios, mi Roca salvadora."
Le mantendré eternamente a mi favor,
y mi alianza con él será estable.




  

 - SU LINAJE SERÁ PERPETUO


  En este salmo 88 hay frases de hondo contenido mesiánico y por ello. Pero hay que decir también que el salmo 88 tiene un contenido no homogéneo. Etán fue su primer redactor pero luego fue reelaborado para darle ese contenido mesiánico fijado en la figura del Rey David.




 "Tu misericordia es un edificio eterno, más que el cielo has afianzado tu fidelida



lunes, 23 de marzo de 2015

SEGUNDO LIBRO DE SAMUEL 7, 4-5a.12a.16

En aquellos días, recibió Natán la siguiente palabra del Señor:
--Ve y dile a mi siervo David: "Esto dice el Señor: Cuando tus días se hayan cumplido y te acuestes con tus padres, afirmaré después de ti la descendencia que saldrá de tus entrañas, y consolidaré el trono de su realeza. Él construirá una casa para mi nombre y yo consolidaré el trono de su realeza para siempre. Yo seré para él padre, y él será para mi hijo. Tu casa y tu reino durarán para siempre en mi presencia; tu trono permanecerá por siempre”.

 Y es que para el pueblo judío la llegada del Mesías era una promesa que Dios había hecho a la estirpe de David.
 
 Somos ciertamente muy poca cosa, apenas nos cuesta reconocerlo, al contemplar la fragilidad e imperfección humanas, sin embargo, Dios no sólo ha tomado nuestra carne naciendo de una mujer, sino que se dejó cuidar en todo en su primera infancia por unos padres humanos; y luego, algo mayor, aprendió quizá sobre todo de su padre, José, las costumbres y tradiciones propias de su región, de su país, de su culto.
 
 
 
“SEÑOR, ¿QUÉ MANDÁIS HACER DE MÍ?”.



miércoles, 18 de marzo de 2015

SALMO 17


Yo te amo, Señor; tú eres mi fortaleza,
Señor, mi roca, mi alcázar, mi libertador. 

Dios mío, peña mía, refugio mío, escudo mío,
mi fuerza salvadora, mi baluarte.
Invoco al Señor de mi alabanza

y quedo libre de mis enemigos. 

Viva el Señor, bendita sea mi Roca,
sea ensalzado mi Dios y Salvador.
Tú diste gran victoria a tu rey,
tuviste misericordia de tu Ungido



  


YO TE AMO, SEÑOR; TÚ ERES MI FORTALEZA.

 


  El salmo 17, estaba atribuido –como muchos otros—al Rey David y se consideraba como un “Tedeum” regio hecho por David al Señor para agradecer su victoria sobre todos sus enemigos y, especialmente, sobre Saúl. Para nosotros hoy es un canto al Dios fuerte y misericordioso que nos acompaña en todos los pasos de nuestra vida.



  EL AMOR EN LOS “ÚLTIMOS COMBATES”




martes, 17 de marzo de 2015

EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN 3, 14- 21

 
 
 Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna. Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna. Porque Dios no mandó su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salve por Él. El que cree en él no será condenado; el que no cree ya está condenado, porque no ha creído en el nombre del Hijo único de Dios. El juicio consiste en esto: que la luz vino al mundo, y los hombres prefirieron la tiniebla a la luz, porque sus obras eran malas. Pues todo el que obra perversamente detesta la luz y no se acerca a la luz, para no verse acusado por sus obras. En cambio, el que realiza la verdad se acerca a la luz, para que se vea que sus obras están hechas según Dios.
. Jesús dice a Nicodemo que cuando el Hijo del Hombre sea elevado todos pondrán su vida en Él. Utiliza el símil de la serpiente de bronce que Moisés elevó para librar al pueblo judío del veneno. La Semana Santa se acerca y el Misterio de la Cruz se abre ya cerca de nosotros
 
 
 
 
En el diálogo con Nicodemo le dice que
 
"hay que nacer de nuevo". Nicodemo se extraña de esta afirmación y no entiende qué es eso de nacer de nuevo. Jesús le explica que hay que "nacer del agua y del Espíritu". Hay aquí una alusión clara al Bautismo. El que cree en Él tiene vida eterna. Dios ama con un amor tan grande las cosas que ha hecho y al hombre en particular, que cuando ve cómo la corrupción y la tiniebla del pecado ha entrado en ellos, quiere salvarnos. Y lo hace enviando a su propio Hijo, que muere en la cruz por todos los hombres. En su muerte en la cruz se realiza ese ponerse Dios contra sí mismo, al entregarse para dar vida al hombre y salvarlo. Como ha subrayado el Papa poner la mirada en el costado traspasado de Cristo ayuda a comprender hasta qué punto Dios nos ama: "es allí en la cruz, donde puede contemplarse esta verdad. Y a partir de allí se debe definir ahora qué es el amor. Y, desde esta mirada, el cristiano encuentra la orientación de su vivir y de su amar".


 

"hay que nacer de nuevo ,nacer del agua y del Espíritu"
 
 
 



lunes, 16 de marzo de 2015

CARTA DEL APÓSTOL SAN PABLO A LOS EFESIOS 2, 4-10


Dios, rico en misericordia, por el gran amor con que nos amó, estando nosotros muertos por los pecados, nos ha hecho vivir con Cristo --por pura gracia estáis salvados--, nos ha resucitado con Cristo Jesús y nos ha sentado en el cielo con Él. Así muestra en todos los tiempos la inmensa riqueza de su gracia, su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. Porque estáis salvados por su gracia y mediante la fe. Y no se debe a vosotros, sino que es un don de Dios; y tampoco se debe a las obras, para que nadie pueda presumir. Somos, pues, obra suya. Dios nos ha creado en Cristo Jesús, para que nos dediquemos a las buenas obras, que él nos asignó para que las practicásemos.
  San Pablo en la Carta de los Efesios habla de renacer a partir del sacrificio de Cristo. Nuestra segunda lectura de hoy plantea un tema capital para la vida de los cristianos y que no es otra cosa que ese “renacimiento” por la vida por el efecto de la gracia de Jesucristo. Todos hemos de renacer. El agua del bautismo tiene que llegar a nuestras mentes e iniciar la nueva vida que Jesús nos pide a todos.


  Tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Hijo único, para que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna
 . Esta es la esencia del mensaje cristiano: que Dios es amor y salva por amor