Ama al Señor tu Dios, obedécelo y sé fiel a él, porque de él depende tu vida, y por él vivirás mucho tiempo en el territorio que juró dar a tus antepasados
Abraham, Isaac y Jacob"
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Hoy en día hemos caído en el mito de que el amor es incontrolable, que es algo que sólo nos sucede a nosotros. De hecho, incluso el lenguaje que usamos implica la incontrolabilidad del amor. Decimos: "Me enamoré", como si el amor fuese una especie de zanja. Es como si estuvieras caminando y de repente un día - ¡zas! - Me enamoré y no pude evitarlo. Pero tengo que decirte la verdad: Eso no es amor. El amor no te sucede de repente. El amor es una decisión y representa un compromiso. Tú debes elegir el amar a Dios; Él no te obliga a amarlo (Deuteronomio 30:20). Puedes ignorar a Dios y tomar un camino totalmente diferente, Puedes destruir tu vida si decides hacerlo, y aun así Dios no te obligará a amarlo porque Él sabe que el amor no puede ser forzado. Este mismo principio es verdadero acerca de tus relaciones: Puedes decidir el amar a los demás, pero Dios no te obligará a amar a nadie. Durante la temporada de Navidad, nos reunimos para celebrar con familiares y amigos. A menudo es un momento de felicidad; pero he sido pastor por más de 30 años, así que sé, que también puede ser un momento de tensión y angustia. ¿Hay alguien por el cual podrías tener dificultad de amar en esta temporada de Navidad - alguien de tu familia, un amigo o un vecino? Dios te ayudará a amar a esa persona si tomas la decisión de hacerlo. Eso no significa que todo va a ser perfecto, ni siquiera significa que esa persona va a aceptar tu amor. Pero tú mismo eres la única persona que te puede impedir que ames a alguien más - porque el amor es una decisión que tú haces. |
La biblia dice que amar es una decisión personal
Este mismo principio es verdadero acerca de tus relaciones: Puedes decidir el amar a los demás, pero Dios no te obligará a amar a nadie.
Rick Warren
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