martes, 3 de febrero de 2015

Josué 1:8

 
 
 
 
"Recita siempre el libro de la ley y medita en él de día y de noche; cumple con cuidado todo lo que en él está escrito. Así prosperarás y tendrás éxito"
 
 
 




De
acuerdo con Dios, tú tienes que meditar en Su Palabra, si quieres tener éxito.

Entonces, ¿cómo lo haces? Toma un diccionario y busca un sinónimo de "meditación", y probablemente encontrarás la palabra "rumiación." Probablemente no conozcas esa palabra a menos que tú seas un agricultor. La rumiación es lo que se hace cuando una vaca mastica su bolo alimenticio. Ella los rumean una y otra vez en su boca.

Esto es similar a cómo es meditar en las Escrituras. Las vacas comen la hierba, la mastican, y la envían a sus estómagos con bastante rapidez. No se encuentra en el estómago, absorbiendo todos los ácidos y productos químicos. Entonces, después de un rato, la vaca eructa una copia de seguridad con un sabor nuevo y renovado, que mastica de nuevo y un poco de hierba, y hace todo el proceso otra vez. Las vacas lo repiten varias veces. Llegan a extraer hasta la última gota de la nutrición de la hierba.

La meditación bíblica es algo así como que, es la digestión del pensamiento. Dios quiere que nosotros podamos llegar hasta la última gota de la nutrición espiritual de su Palabra. Él quiere que la mastiquemos, la digiramos y luego mordamos un poco más.

 
 



Él nos promete que si meditamos en las Escrituras, Él nos bendecirá. Josué 1:8 dice: "Recita siempre el libro de la ley y medita en él de día y de noche; cumple con cuidado todo lo que en él está escrito. Así prosperarás y tendrás éxito "
 
 
 
 
 
Tenemos que meditar la palabra de Dios para saber lo que el quiere de nosotros.
 


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