la brujula marca el norte: Efesios 2:10

“Sed amables unos con otros, sed de buen corazón, y perdonaos unos a otros, tal como Dios

os ha perdonado por medio de Cristo.”

Nuestro mundo está caído; todo y todos en este mundo están caídos. De hecho, hay sólo dos clases de personas en el mundo: aquellos que saben que están caídos y aquellos que están caídos, pero no lo saben. Dios quiere que nosotros sepamos que estamos caídos.Por eso nuestras parroquias y comunidades deberían ser zonas sin culpabilidad, sitios para que la gente caída pueda venir cuando estén heridos.Colosenses 3:12 dice: “Por lo tanto, como escogidos de Dios, santos y amados, revístanse de afecto entrañable y de bondad, humildad, amabilidad y paciencia” Porque sabemos lo mucho que Dios nos ama, podemos demostrar la compasión, la bondad, la humildad y la paciencia con los demás. Y eso es exactamente lo que la iglesia ha sido llamada a hacer. Es el lugar para los caídos, el lugar para aquellos cuyas vidas no funcionan como deberían.La verdad es que la Iglesia no sólo debe "aceptar" las personas que sufren. Deberíamos desear tener gente herida en medio de nosotros. Tenemos que darnos cuenta de que todo pecador tiene un futuro y todo santo tiene un pasado.. Todos tenemos heridas, hábitos y complejos que necesitamos que Dios transforme. Dios quiere usar la iglesia para hacer eso.Esto significa que eres la iglesia, y Él quiere usarte. Dios quiere que seamos personas de segunda oportunidad. Pero no podemos ser la segunda oportunidad de la gente hasta que no nos demos cuenta, que una segunda oportunidad se nos ha dado. . Cuando nos damos cuenta de cómo la gracia de Dios, se mostró a nosotros cuando nos salvó, el intercambio de ese tipo de gracia con los demás, sólo será natural. La Biblia dice en Efesios 4:32: “Más bien, sean bondadosos y compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente, así como Dios los perdonó a ustedes en Cristo.”Las segundas oportunidades no son sólo para los adictos y convictos; las segundas oportunidades son para todos nosotros. No importa qué tan limpias se vean nuestras vidas por fuera, la Biblia es clara en que todos necesitamos una segunda oportunidad en algún momento de nuestras vidas.De hecho, es cuando nos damos cuenta de lo mucho que Dios nos ama y nos ha perdonado, que somos capaces de asumir correctamente el amor a los demás. Las personas que están en mejores condiciones de mostrar el amor de Dios a los demás, son los que sienten el amor de Dios más plenamente.