“Pues ni aun el Hijo del Hombre vino para que le sirvan, sino para servir a otros y
para dar su vida en rescate por muchos».”
Para los cristianos, el servicio no es algo para ser insertado en nuestros horarios si se puede
tener un espacio libre. Es el corazón de la vida cristiana. Jesús vino "para servir" y "dar", y
esos dos verbos deben también definir tu vida en la tierra.
Jesús enseñó que la madurez espiritual nunca es un fin en sí misma. ¡La madurez es para el
ministerio! Crecemos con el fin de dar. No es suficiente el seguir aprendiendo más y más.
Debemos actuar sobre lo que sabemos y practicar lo que proclamamos creer. El estudio sin
servicio conduce al estancamiento espiritual.
Lo último que muchos creyentes necesitan es ir a otro estudio Bíblico. Ellos ya saben mucho
más de lo que están poniendo en práctica. Lo que necesitan es ejercitar sus músculos
espirituales al servir a los demás.
El Servir es lo opuesto a nuestra inclinación natural. La mayoría de las veces estamos más
interesados en que “nos sirvan" que en servir. Pero, a medida que maduramos en Cristo, el
enfoque de nuestras vidas debe ser cada vez más en la dirección de una vida de servicio. El
seguidor maduro de Jesús deja de preguntar: "¿Quién va a satisfacer mis necesidades?" y
comienza a preguntar: "¿Las necesidades de quién puedo satisfacer?"
Jesús vino "para servir" y "dar", y
esos dos verbos deben también definir tu vida en la tierra.
esos dos verbos deben también definir tu vida en la tierra.
La Madurez Espiritual es para el servicio
Rick Warren





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