“Entonces Noé hizo todo exactamente como Dios se lo había ordenado.”
Si Dios te pide que construyas un barco gigante, ¿crees que posiblemente tuvieras algunas
preguntas, razonamientos y reservas? Noé no tuvo ninguna. Obedeció a Dios de todo
corazón y construyó un enorme barco a pesar de que el mundo nunca había visto llover.
La obediencia significa hacer lo que Dios pide sin reservas, ni vacilaciones. No aplazar y decir:
"Voy a orar por eso." Hazlo sin demora. Todo padre sabe que la obediencia retrasada
realmente es desobediencia.
Muchas veces tratamos de ofrecer a Dios una obediencia a medias. Queremos elegir los
mandatos a obedecer. Hacemos una lista de los mandatos que nos gustan y los obedecemos
sin tener en cuenta los que creemos que son irrazonables, difíciles, costosos, o impopulares.
"Voy a ir a la iglesia pero no voy a dar el diezmo." "Voy a leer la Biblia pero no voy a
perdonar a la persona que me hirió." Sin embargo, la obediencia a medias es desobediencia.
La obediencia de todo corazón se hace con alegría, con entusiasmo. La Biblia dice: “Sirvan al
SEÑOR con alegría;” Salmos 100:2 .Esta es la actitud de David: “Dios mío, enséñame
a cumplir tus mandamientos, pues obedecerlos me hace feliz; ¡los cumpliré toda mi vida!,
Aclara mi entendimiento, y los seguiré de todo corazón.” Salmos 119:33.
Santiago hablando a cristianos dijo: “Como pueden ver, Dios nos acepta por lo que
hacemos, y no sólo por lo que creemos.” Santiago 2:24
La Palabra de Dios es clara en que no puedes ganar tu salvación. Viene sólo por gracia, no
por tu esfuerzo. Tú puedes darle placer a tu Padre celestial a través de la obediencia.
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