"Yo, si soy quien te consuela. Entonces, ¿por qué les temes a los simples seres humanos que se marchitan como la hierba y desaparecen ? "
Isaiás dice que si un hombre mortal nos rebaja, no debemos preocuparnos por eso . Dios es el que cuenta .
No asumamos que sus juicios son infalibles. No tenemos que aceptar automaticamente la critica de otro ; debemos juzgarla por lo que vale. Cuando la aceptación de los otros se vuelve demasiado importante para nosotros , nos perjudica.
Señor tu eres quien me consuela, ayudame a encotrarme a mi mismo, haz que no tema a los simles humanos, señor , mi cuerpo es como la hierba que se marchia y desaparece, guarda mi alma para la vida eterna.




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